Muelle Flotante

El importante y sostenido trabajo de dragado y balizamiento que ejecuta el estado nacional. Se ve detiene  por  el conflicto bélico de la Primera Guerra Mundial, entre otras circunstancias, también afecta los recursos disponibles destinados para el dragado de los principales canales de navegación en el litoral fluvial argentino.  Durante el período 1914 – 1918, fue afectado principalmente la navegabilidad del Paraná y el acceso al mismo desde el Río de la Plata.




La dimensión del sistema portuario argentino que se iba desarrollando, conforme el sostenido crecimiento del comercio, tanto de exportación como interno entre puertos locales. Sobre éste último en particular, téngase en cuenta que dada la irregular profundidad de los ríos mesopotámicos, con calado variable de acuerdo a las particulares condiciones geográficas de la zona aledaña a cada puerto; la mayor parte de la producción agro-exportadora de la región era trasladada de puerto en puerto en barcos de tamaño variable. Esto generaba un importante movimiento intrapuertos con trasvasamiento de carga en barcos cada vez de mayor porte, para finalizar en Buenos Aires, donde se completaba la carga con rumbo ultramarino.
Debido a la dificultad de construir muelles en los puertos ribereños del Paraná, Paraguay e Iguazú, por las grandes barrancas o modificaciones de nivel, se construyeron a partir de 1920 aprox. una cierta cantidad de embarcaderos flotantes, en cemento reforzado, en la Isla Demarchi (Bue). Prueba de lo robusto de su construcción es que aun hoy en día siguen dando excelentes servicios en muchísimos puertos, como se puede apreciar con el de Goya , sobre el Riacho Goya , que hoy cumple funciones como sede permanente de la COMUPE ( Comisión Municipal de Pesca) y el Museo del Surubí.
               

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