Iglesia Catedral de Goya

Este templo es una verdadera joya arquitectónica. Se inspiró en la Basílica de Novara (Italia), de arquitectura corintia y estilo romántico. Tiene 62 metros de largo, 25 metros de ancho y 18 metros de alto; con dos torres que alcanzan los 35 metros.




Sus orígenes se remontan a una capilla construida bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, patrona de Goya, entre 1806 y 1809. Se construyó sobre un terreno donado por Don Francisco de Soto, cuando se estableció el trazado de la población. La capilla era de una sola nave, con paredes de ladrillos, sin torre y con un campanario formado por un maderamen sostenido por cuatro postes de palmera.
Posteriormente, una comisión de vecinos formada en 1957, inicio la construcción del templo, que se realizó sobre las ruinas de la Iglesia Matriz (1861) bajo la dirección del arquitecto Francisco Pinarolli.
Fue inaugurada el 15 de Agosto de 1884. El 10 de Abril de 1961, el Papa, por medio de una bula crea la diócesis de Goya y la eleva al honor de ser sede del  Obispo.
En el interior del templo se encuentran pinturas de alto valor, que se deben al destacado pintor de origen  alemán Francisco Luscher. Dichos murales  adornan el techo de la Catedral. En la bóveda central, desde la puerta hacia el Altar, se encuentran: “La Anunciación”, “María visita a su prima Isabel”, “El Nacimiento y la adoración de los Santos Reyes Magos”, “La Ascensión de María” y “La Santísima Trinidad”. En las columnas, a ambos lados del Presbiterio, al norte: “La presentación del Niño Jesús  en el templo” y al sur: “Jesús con los Doctores de la ley”.
El altar tiene una imagen de la Virgen del Rosario de dos metros de alto. Ésta imagen fue traída de España y donada a la Iglesia por Carlos Pibernat.
Por su parte, Carolina Ocampo de Rolón donó las catorce estaciones del vía crucis.
La cofradía del Carmen costeó el Altar de  la nave Norte. El cabecero del sur es de de mármol  de carrara, dedicado a la Virgen de las Mercedes y fue donado en 1860 por Juliana Rolón y Rubio.
El Púlpito, todo tallado y dorado, con la imagen de los cuatros Evangelistas y del Corazón de Jesús en el medio, es un recuerdo que el Padre Luis Niella dejara de su peculio a este templo.
En la torre del lado norte se colocó un reloj público donado por la familia de José Soto. Este reloj estuvo en funcionamiento  hasta  aproximadamente 1920 y formaba parte del mismo  una pequeña y sonora campana.

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