Las golondrinas
eligen a la Petit París
Cada año, miles de estas aves llegan desde Capistrano
En el espíritu, cuando dos ciudades tienen un acoplamiento, si está por folklore o del alma,ellas se declaran las ciudades hermanas. Es el caso de Goya, en la provincia de Corrientes, al lado del profundo río Paraná, y San Juan Capistrano en la California, siempre y cada año exactamente encendido el mismo día, el día
de Santo José, al mediodía .Cuando llega la primera bandada, cientos de golondrinas ,desde hace 200 años, las campanas del viejo monasterio franciscano suena mientras que las golondrinas descienden a una altitud a la altura de las cabezas, reconociendo el terreno para placer de millares de turistas, entre ellos muchos niños que habían llegado para estar presentes para
su llegada Llegan en busca de los valles soleados de California, los viñedos inmensos que producen el vino fuerte, de los “Ítalos suizos” y las huertas interminables de frutales en las cuestas que dan la bienvenida de las Sierras, en los Andes del Norte.
En verdad, han estado llegando para que los siglos y los milenios satisfagan fielmente su destino biológico: para vivir y reproducirse en climas benignos dentro de un esquema armonioso del control y de la regulación de insectos y de plagas. Ése es su destino en el plan integral de la naturaleza. Alimentándose de insectos, arañas, moscas, gusanos, la razón de su voracidad increíble es la siguiente: Para alimentarse, para vivir y reproducirse. _ Para almacenar la grasa en sus tejidos finos, que serán su combustible para el vuelo de vuelta. Por siglos, el origen de la migración era desconocido en Capistrano y en Goya, como si decir que el aeropuerto era desconocido, hasta que en el actual siglo el origen de la migración podía ser determinado exactamente: Goya, Corrientes, la Argentina. Se estudiaron sus vuelos y rutas y se tiene la certeza que terminan un vuelo fantástico de 12.000 kilómetros (7.500 millas) a Capistrano, y terminar los 24.000 km. Con un vuelo de vuelta, casi un vuelo completo alrededor de la Tierra. Debajo de los arcos romanos de los pasillos del monasterio franciscano de Capistrano, que tiene más de tres siglos de existencia, y plagadas de fechas históricas de la conquista española. Las golondrinas dejan Goya en el décimo octavo día de febrero, en el amanecer, en bandadas sucesivas, y llegan todas juntas a San Juan de Capistrano en el diecinueveavo día de marcha, llevando exactamente treinta días los 12.000 km de la cubierta. Durante el vuelo, es decir, durante los treinta días que el viaje dura, ellas no comen ni beben, puesto que vuelan desde el amanecer a la puesta del sol para no perder tiempo. Vuelan en una altitud de más de 2 km de la superficie terrestre (6.600 pies) para aprovecharse de las corrientes rápidas y favorables (vientos de la cola) y, además, porque en esa altitud evitan encontrarse con otros pájaros. Su plan de vuelo dura quince horas diarias, en tramos de 450 km, con una velocidad de 30 km (18 millas) por hora, aprovechándose siempre de los vientos.
El vuelo que comienza en Goya sigue por los valles de los ríos Paraná y Paraguay, hasta alcanzar el lago Mirin (entre el límite de Brasil y Bolivia), siguiendo las corrientes dinámicas que producen las masas grandes del aire del Sur que se mueven hacia el Ecuador. Después de Mirin, de sus cambios de la ruta al Oeste, en busca de los valles de los Andes y, una última travesía más, el Ecuador, van a una altitud más alta del vuelo para aprovecharse de las corrientes dinámicas que producen las masas grandes del aire que se mueven hacia el Polo Norte. No cruzan los Andes hasta que han alcanzado el Golfo de México, y por el Yucatán buscan el Oeste y el Pacífico, para volar a lo largo de la orilla de Baja California y entrar en el valle de la orilla.
eligen a la Petit París
Cada año, miles de estas aves llegan desde Capistrano
En el espíritu, cuando dos ciudades tienen un acoplamiento, si está por folklore o del alma,ellas se declaran las ciudades hermanas. Es el caso de Goya, en la provincia de Corrientes, al lado del profundo río Paraná, y San Juan Capistrano en la California, siempre y cada año exactamente encendido el mismo día, el día
de Santo José, al mediodía .Cuando llega la primera bandada, cientos de golondrinas ,desde hace 200 años, las campanas del viejo monasterio franciscano suena mientras que las golondrinas descienden a una altitud a la altura de las cabezas, reconociendo el terreno para placer de millares de turistas, entre ellos muchos niños que habían llegado para estar presentes para
su llegada Llegan en busca de los valles soleados de California, los viñedos inmensos que producen el vino fuerte, de los “Ítalos suizos” y las huertas interminables de frutales en las cuestas que dan la bienvenida de las Sierras, en los Andes del Norte.
En verdad, han estado llegando para que los siglos y los milenios satisfagan fielmente su destino biológico: para vivir y reproducirse en climas benignos dentro de un esquema armonioso del control y de la regulación de insectos y de plagas. Ése es su destino en el plan integral de la naturaleza. Alimentándose de insectos, arañas, moscas, gusanos, la razón de su voracidad increíble es la siguiente: Para alimentarse, para vivir y reproducirse. _ Para almacenar la grasa en sus tejidos finos, que serán su combustible para el vuelo de vuelta. Por siglos, el origen de la migración era desconocido en Capistrano y en Goya, como si decir que el aeropuerto era desconocido, hasta que en el actual siglo el origen de la migración podía ser determinado exactamente: Goya, Corrientes, la Argentina. Se estudiaron sus vuelos y rutas y se tiene la certeza que terminan un vuelo fantástico de 12.000 kilómetros (7.500 millas) a Capistrano, y terminar los 24.000 km. Con un vuelo de vuelta, casi un vuelo completo alrededor de la Tierra. Debajo de los arcos romanos de los pasillos del monasterio franciscano de Capistrano, que tiene más de tres siglos de existencia, y plagadas de fechas históricas de la conquista española. Las golondrinas dejan Goya en el décimo octavo día de febrero, en el amanecer, en bandadas sucesivas, y llegan todas juntas a San Juan de Capistrano en el diecinueveavo día de marcha, llevando exactamente treinta días los 12.000 km de la cubierta. Durante el vuelo, es decir, durante los treinta días que el viaje dura, ellas no comen ni beben, puesto que vuelan desde el amanecer a la puesta del sol para no perder tiempo. Vuelan en una altitud de más de 2 km de la superficie terrestre (6.600 pies) para aprovecharse de las corrientes rápidas y favorables (vientos de la cola) y, además, porque en esa altitud evitan encontrarse con otros pájaros. Su plan de vuelo dura quince horas diarias, en tramos de 450 km, con una velocidad de 30 km (18 millas) por hora, aprovechándose siempre de los vientos.
El vuelo que comienza en Goya sigue por los valles de los ríos Paraná y Paraguay, hasta alcanzar el lago Mirin (entre el límite de Brasil y Bolivia), siguiendo las corrientes dinámicas que producen las masas grandes del aire del Sur que se mueven hacia el Ecuador. Después de Mirin, de sus cambios de la ruta al Oeste, en busca de los valles de los Andes y, una última travesía más, el Ecuador, van a una altitud más alta del vuelo para aprovecharse de las corrientes dinámicas que producen las masas grandes del aire que se mueven hacia el Polo Norte. No cruzan los Andes hasta que han alcanzado el Golfo de México, y por el Yucatán buscan el Oeste y el Pacífico, para volar a lo largo de la orilla de Baja California y entrar en el valle de la orilla.
Desde California hasta Corrientes Cómo logran realizar el largo viaje
Cada año, las golondrinas dejan Capistrano para dirigirse a Goya.Ya en California, y después de la recepción del sonido de las campanas amistosas, se convierten en un factor decisivo en establecer un complejo equilibrio ambiental sano de enfermedades, regulando la cosecha de frutas, mientras que acumulan las reservas de la grasa que serán el combustible para el vuelo de vuelta.
Cada año, las golondrinas dejan Capistrano para dirigirse a Goya.Ya en California, y después de la recepción del sonido de las campanas amistosas, se convierten en un factor decisivo en establecer un complejo equilibrio ambiental sano de enfermedades, regulando la cosecha de frutas, mientras que acumulan las reservas de la grasa que serán el combustible para el vuelo de vuelta.
Combustible
La grasa que acumulan en su cuerpo es equivalente al líquido combustible del tanque de unaeroplano. Para su vuelo largo, igual con el que regresan (12.000km), 30 viajes de 450 km, los almacenes de cada golondrina tiene durante el suyo para 120gramos de la grasa, que es un“tanque lleno”, diría un piloto en el comando de un vuelo interurbano. Es significativo que durante
los 120 días se calcula que deben injerir 1.000 insectos diariamente, entre las moscas, las arañas
y los gusanos. Un detalle para apreciar la significación del número mencionado arriba para el equilibrio biológico y ambiental, es que una sola bandada de golondrinas destruye, en una campaña,mil millones de insectos, un resultado que no hay un insecticida que lo haga mejor, y todo sin hacer el menos peligro a su fauna ni flora. Es un trabajo inédito y excepcional, realizado igualmente
tanto en Goya como en plantaciones de Capistrano. Su “tanque lleno” de 120 gramos de grasa, no dura menos de 12.000km, en una velocidad de 30 kms por hora, con una consumición por gramos por kilómetro de0.01gramo.Un jet medio (727) habría requerido 100 mil kilogramos de “JPI”, un combustible especialmente para los motores, que estiman costos de 60 centavos por litro.
Por lo tanto al calcular y comparar gordo-calorías con JPI calorías se encuentra que el cociente del PDM (el peso máximo de (decolaje) de Boeing737 y de una golondrina es simplemente increíble.
El jet que toma los 737 (dos turbinas, consumición baja), se quema 15 kilogramos (mínimo)por kilómetro, mientras que el trago se quema solamente 0.01gramos de grasa, significando que la consumición del jet es un millón de veces mayor.
los 120 días se calcula que deben injerir 1.000 insectos diariamente, entre las moscas, las arañas
y los gusanos. Un detalle para apreciar la significación del número mencionado arriba para el equilibrio biológico y ambiental, es que una sola bandada de golondrinas destruye, en una campaña,mil millones de insectos, un resultado que no hay un insecticida que lo haga mejor, y todo sin hacer el menos peligro a su fauna ni flora. Es un trabajo inédito y excepcional, realizado igualmente
tanto en Goya como en plantaciones de Capistrano. Su “tanque lleno” de 120 gramos de grasa, no dura menos de 12.000km, en una velocidad de 30 kms por hora, con una consumición por gramos por kilómetro de0.01gramo.Un jet medio (727) habría requerido 100 mil kilogramos de “JPI”, un combustible especialmente para los motores, que estiman costos de 60 centavos por litro.
Por lo tanto al calcular y comparar gordo-calorías con JPI calorías se encuentra que el cociente del PDM (el peso máximo de (decolaje) de Boeing737 y de una golondrina es simplemente increíble.
El jet que toma los 737 (dos turbinas, consumición baja), se quema 15 kilogramos (mínimo)por kilómetro, mientras que el trago se quema solamente 0.01gramos de grasa, significando que la consumición del jet es un millón de veces mayor.
Etiquetas
Las Golondrinas